El fútbol base en general, y más a partir de las categorías cadete y juvenil son una etapa llena de aprendizajes, emociones y decisiones importantes.
Una de las más difíciles puede ser cambiar de club al finalizar la temporada (algo que varios piensan cada año).
Para muchos jugadores jóvenes y sus familias, esta transición genera dudas: ¿Será lo mejor para su crecimiento deportivo y personal? ¿Cómo afectará psicológicamente al adolescente?
Aquí dejaré lo que para mí son los pros y contras de cambiar de equipo y cómo afrontarlo con seguridad.
Las razones pueden ser muy variadas:
✅ Búsqueda de mayor competitividad: Si el jugador siente que ha superado el nivel de su actual equipo, un cambio puede ofrecerle nuevos retos.
Eso si, es importante entender que hay muchos más jugadores con un gran nivel (no eres la única «estrellita»)
✅ Falta de minutos o oportunidades: Si no tiene suficiente participación, buscar un club donde pueda jugar más es clave para su desarrollo, siempre entendiendo que todos quieren jugar pero no siempre es posible todo lo que se quiere.
✅ Problemas con el entrenador o compañeros: Un ambiente negativo puede afectar su motivación y rendimiento. No todos nos caen bien y no siempre tenemos porque caer bien, cada personalidad es un mundo.
✅ Oferta deportiva o académica mejorada: Algunos clubs ofrecen mejores instalaciones, metodologías o incluso becas formativas.
❌ Presión externa: A veces, la familia, amigos o agentes influyen en la decisión sin considerar realmente las necesidades del chaval.
No temas al cambio, pero tampoco lo idealices: cada experiencia suma en tu carrera. ¿Lo más importante? Que sigas disfrutando del fútbol y creciendo como persona. ⚽💪
🔹 Crecimiento deportivo: Nuevos entrenadores, compañeros y sistemas tácticos pueden enriquecer su juego.
🔹 Madurez psicológica: Aprender a adaptarse a entornos desconocidos fortalece la resiliencia y la confianza.
🔹 Networking: Conocer más personas dentro del fútbol puede abrir puertas en el futuro fuera del campo.
🔸 Incertidumbre inicial: El miedo a no encajar o no cumplir expectativas puede generar ansiedad y hasta vergüenza.
🔸 Proceso de adaptación: Costará tiempo ganarse la confianza del técnico y crear vínculos con los compañeros.
🔸 Presión añadida: Si el cambio fue por «mejorar», el jugador puede sentir que debe demostrar constantemente su valía a él mismo y a los demás.
1️⃣ Analiza tus motivos: Asegúrate de que el cambio responde a tus metas deportivas y no solo a presiones externas.
2️⃣ Investiga el nuevo club: Habla con jugadores que estén allí, conoce su estilo de juego y ambiente, intenta conocer al mister y conversar con él.
3️⃣ Mantén una mentalidad abierta: Llegarás como «el nuevo», sé humilde pero seguro de tu talento. Enfócate en demostrar lo mejor que tienes y que los hechos hablen por ti.
4️⃣ Trabaja tu autoestima: Los primeros días pueden ser duros, recuerda que todo proceso lleva tiempo. Habla de como te sientes con personas que conozcas relacionadas con este mundo.
5️⃣ Comunícate con tu familia: Ellos son tu apoyo, pero la decisión final debe ser tuya. No te dejes convencer solo por lo que ellos quieren para ti, tu eres el que esta ahí cada semana, cada partido.
6️⃣ Disfruta del desafío: Un nuevo equipo es una hoja en blanco para reinventarte y superarte.
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